martes, 2 de diciembre de 2008

De las letras a los números

Querida Adriana:

Crisis vocacional: esas son las dos palabras que pueden definir estos meses. En efecto, encontré a Moby Dick y ha ofrecido demasiada resistencia, tal vez me vea obligada a mantener la caza hasta la salida del sol.
Como sea, ya hay un “plan B”, pues si no logro dominar a la ballena blanca, definitivamente, no pienso tirarme al mar ¿Cuál es el plan alterno? Estudiar Física, ¿crees que sea disparatado? se aleja del todo de lo que he hecho hasta ahora e incluso no sé si tenga las habilidades necesarias para hacerlo, hay algo en mí que se resiste a dar ese paso, aunque en realidad hoy inicié con mis lecciones de matemáticas.
Me gustaría saber que debo hacer, pero desafortunadamente es cierto aquello afirmado por Kundera acerca de que la vida sólo es un conjunto de hipótesis que si no son sometidas a un proceso de investigación se quedarán estériles y harán más aburrida e intolerable la existencia.
De repente siento un enorme hastío hacia todo y hacía todos, qué remedio puede haber. Siento que estoy dando “palos de ciego” y no acierto a encontrar la senda correcta, ¿has tenido esa sensación?
Por si fuera poco, comienzo a entender un poco la lógica con la que operaba un personaje de Truman Capote, del cual hace poco discutí con el maestro Enciso, me refiero a Holly de Desayuno en Tiffany’s , quien trataba de justificar sus actos al autoconvencerse de que no era una puta, si en el fondo de su corazón encontraba una chispa de amor.
¿Encuentro amor en mis actos?, no, más bien una especie de resaca moral que trato de ocultar con el disfraz de sentimientos fingidos. Sabes a que me refiero. Creo que enloquezco.
Ya, basta de divagaciones, dime qué piensas de mi plan B. Mientras, trataré de eludir la realidad con un libro.
Cuídate y ruega porque halle algún tipo de iluminación en este errático camino.
Más loca que de costumbre.
Jeanette