jueves, 8 de enero de 2009

México sin un plan ante el Consejo

A pesar de que nuestro país ha tenido una participación relevante en el plano diplomático en otras oportunidades, en esta ocasión —que será la cuarta en el más importante organismo de la ONU— no habrá un plan que contribuya a la paz mundial



Por Jeanette Muñoz

global@nuevoexcelsior.com.mx





México llegará al Consejo de Seguridad de la ONU sin una agenda o plan de trabajo concretos. Lo único que nuestro representante podrá hacer es guiarse por los lineamientos establecidos por otros países, explicó en entrevista para Excélsior, la investigadora del Centro de Estudios en Relaciones Internacionales de la UNAM, María Cristina Rosas.

A pesar de haber dado muestras en el pasado de su visión y capacidad de negociación en los ámbitos de la diplomacia internacional, explica Rosas, México se integrará como miembro no permanente de la dependencia más importante de Naciones Unidas sin un proyecto que contribuya a restablecer la paz en el mundo, situación que lo relegará en el marco de la política internacional.

El fenómeno es el resultado de la falta de debate a nivel interno y la incapacidad de plantear un proyecto de nación a largo plazo, pues cada gobierno que arriba a los Pinos limita sus acciones a un período no mayor de seis años.

"El propio presidente Felipe Calderón demostró ser incapaz de señalar los temas prioritarios para México, lo cual es un índice de que se desperdiciará la oportunidad de estar en este foro y de hacer la diferencia", opina la especialista.

"El presidente ha señalado que son prioritarios los temas domésticos, en detrimento de los asuntos de la agenda internacional. Cuando él estuvo, en septiembre pasado, en la Asamblea General dio un discurso bastante extraño donde aseguró que lo más importante para México es combatir el crimen organizado. El mensaje es válido dentro de nuestro territorio, pero es totalmente inapropiado para la ONU, éste tan sólo sirvió para dar muestra de la imposibilidad de definir el tipo de imagen que se desea proyectar en el mundo", aseguró la investigadora.

"Se ha mantenido una política exterior de bajo perfil, en lugar de aprovechar la oportunidad de una mayor participación que está dando el mal manejo económico de Estados Unidos. En lugar de eso, México está adoptando el papel de la avestruz como si estuviesemos en plena Guerra Fría", opina.

Rosas señaló que la aparente indolencia con la cual la diplomacia mexicana se integrará a szcon diez años de anticipación y entre cuyas acciones destacó la propuesta de establecer sanciones a los africanos que, mediante el tráfico ilegal de diamantes, financiaban la aparición de grupos armados en diferentes regiones del continente.

"Podría pensarse que México, al no ser una gran potencia, no tendrá mayor importancia en el juego político del Consejo de Seguridad, sin embargo, Canadá nos ha mostrado que si se llega con una agenda bien establecida, es factible promover una serie de temas que son tanto de interés del país como de la comunidad internacional", agregó.

A pesar de que nuestro país es el décimo mayor contribuyente económico de las Operaciones de Mantenimiento de la Paz (OMP), México es el Estado latinoamericano con menor participación en la ONU.

Sus tres participaciones en el Consejo de Seguridad contrastan con las nueve oportunidades de Brasil y la aportación de personal civil y militar de Uruguay a la OMP como las emplazadas en Afganistán y Georgia.

"No es una cuestión de recursos y eso lo ha demostrado Cuba, país que a pesar de tener muy poco dinero, juega con mucha astucia y ha logrado apoyos importantes, gracias a sus hábilidades diplomaticas", la experta destaca la labor hecha por los isleños con las naciones africanas, región practicamente desconocida para México, pero que a los cubanos les ha servido como una base importante para manifestarse en contra del embargo económico impuesto por E. U.

Por otro lado, explica Rosas, "Brasil es ejemplo de una política exterior brillante y sumamente ambiciosa, cuyas propuestas pueden chocar con las agendas de otros países, pero que han permitido ayudar a hacer el mundo un sitio más estable. Tal vez a muchos países no les guste la idea de que Brasil busque convertirse en uno de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad, pero finalmente ese es el modelo de liderazgo internacional que debería ser seguido por otros países. "

En enero de 2005, América Latina aportaba el nueve por ciento del personal de la ONU y el diez por ciento de las tropas desplegadas en todo el mundo.

Según la investigadora, ese fenómeno aparecido en 1989, en la etapa final de la Guerra Fría, por la proliferación de la OMP, pero también por el fin de las dictaduras militares y la consecuente necesidad de evitar, por parte de los regímenes civiles, que los ejércitos se convirtiesen en un nuevo factor de desequilibrio social.

Otro factor determinante en esta creciente participación, no sólo de los latinoamericanos, sino de la mayor parte de los países en vías de desarrollo del mundo, es el económico, pues la ONU paga compensaciones salariales en dólares a los cascos azules, lo cual representa ingresos adicionales tanto a los soldados como a los propios Estados, tal es el caso de Bangladesh, nación que anualmente recibe 200 millones de dólares por concepto de aportaciones de personal a Naciones Unidas.

El caso de México es diferente, acepta, y aunque no se busque sacar del territorio las tropas o tener ingresos adicionales, se podría tener una presencia simbólica con un par de efectivos, lo cual ayudaría a ser reconocidos a escala internacional, sin por ello violar las leyes antiintervensionistas vigentes en la Constitución.

A la fecha, nuestro país se ha involucrado en la OMP en tres ocasiones: en 1949 se envió observadores a la región de Cachemira, con el objetivo de reportar acerca de las condiciones prevalecientes en la disputa entre la India y Pakistán por este territorio. En 1991 el gobierno mexicano envió a policías para monitorear el proceso de paz en El Salvador. En 1999 el Instituto Federal Electoral colaboró con la Administración Transitoria de las Naciones Unidas en Timor Oriental en la elaboración de un registro de electores para realizar el referéndum que permitiría la independencia del país. En ningún caso participó con tropas en posición de combate.

Además, dice la investigadora, el Instituto Federal Electoral (IFE) ha cooperado en procesos electorales de más de 20 países, brindando asesoría en cuestiones técnicas o campañas de promoción cívica. Destaca su participación en Bolivia, Brasil, Burkina Fasso, Ecuador, Guyana, Nicaragua, Perú y Zimbabue.

En 2004, la institución se encargó de capacitar a los equipos encargados de realizar las elecciones en Irak y en Haití, donde se trabajó con el objetivo de facilitar la creación de nuevos órdenes políticos, tras la experiencia de varias décadas de dictadura militar.

México ha demostrado, también, ser competente en el análisis y ejecución de propuestas relacionadas al control de la proliferación de armas, tal fue el caso del Proceso de Oslo, tratado mediante el cual se trata de eliminar las minas antipersonales y las bombas de racimo. Durante la firma del tratado en 1997, México, en opinión de la especialista, dio muestras de su capacidad de negociación y se enfocó en las consecuencias humanitarias que se podrían generar de no buscar un desarme en varias regiones de Asia y África.

"Es un buen momento para proponer y México lo podría hacer en asuntos como el desarme o la cooperación para el desarrollo, temas que ayudarían a México a perfilarse como un lider. "

El año próximo será la cuarta ocasión en que México participará en el Consejo de Seguridad, las anteriores fueron en 1946, 1980-1981 y 2000-2003. Para este período nuestro representante deberá enfrentar las deliberaciones sobre Corea del Norte, la salida de las tropas estadunidenses de Irak y la posible intervención de EU en Irán, así como el refuerzo de tropas en Afganistán, lugar donde, según lo previsto, Barack Obama enfocará sus acciones en contra de la red terrorista de Al-Qaeda.





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A la fecha, nuestro país se ha involucrado en las Operaciones de Mantenimiento de la Paz en tres ocasiones: en 1949 se envió observadores a la región de Cachemira, con el objetivo de reportar acerca de las condiciones prevalecientes en la disputa entre la India y Pakistán por este territorio.

En 1991 el gobierno mexicano envió a policías para monitorear el proceso de paz en El Salvador.

En 1999 el Instituto Federal Electoral colaboró con la Administración Transitoria de las Naciones Unidas en Timor Oriental en la elaboración de un registro de electores para realizar el referéndum que permitiría la independencia del país. En ningún caso participó con tropas en posición de combate.

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