miércoles, 11 de junio de 2008

Cambio de vagón

Tras décadas de conflictos civiles protagonizados por los miembros más destacados de las logias masónicas, Porfirio Díaz (uno de los villanos favoritos de nuestra Historia) sentó las bases de un sistema social pacífico basado, sí, en la represión, pero también en una visión administrativa que lo llevó a iniciar el proceso de modernización de México, entendido como la introducción de mejoras tecnológicas en todos los campos productivos.
Rodeado de colaboradores identificados con el positivismo comtiano, Díaz y su ministro de Hacienda, Yves Limantur, pusieron en marcha la industrialización del país, atrayendo inversión nacional y extranjera, pero también, construyendo vías de comunicación que ayudaran a conectar los principales puertos del país, con la Ciudad de México, principal foco económico en una nación centralizada.
Antes que Díaz, personajes como Benito Juárez y Sebastián Lerdo de Tejada habían entendido la necesidad de mejorar los caminos del país, por ello intentaron, en repetidas ocasiones, la construcción del ferrocarril en el centro y sureste del país; sin embargo, sus intentos se vieron frenados por las invasiones extranjeras, las continuas pugnas internas y la falta de dinero, agudizada por la deuda externa.
Manuel Payno, funcionario federal durante los gobiernos reformistas y precursor del naturalismo hispanoamericano, defendió el proyecto de la construcción del camino de hierro en una serie de artículos aparecidos en periódicos como El siglo XIX de Zarco, espacio donde se ocupó de presentar consideraciones técnicas, económicas y sociales, orientadas a mostrar la conveniencia de instaurar una línea de ferrocarril que uniera a la capital con la ciudad de Puebla y el puerto de Veracruz.
Con el tiempo, las publicaciones, aparecidas con el título genérico “el camino de fierro imperial”, fueron desapareciendo de las bibliotecas y de la memoria popular, es por ello que el año pasado, el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, se dio a la tarea de recopilar la obra del también autor de Los bandidos de Río Frío, para ofrecer a los lectores una pequeña muestra del debate político que hace dos siglos se libraba en el país, con el fin de trascender la miseria y sumisión a la que estaba acostumbrado el pueblo, tras trescientos años de dominación colonial y otros tantos de invasiones y hemorragias internas.

Bibliografía:
Payno, Manuel. Memoria sobre el ferrocarril de México a Veracruz. Obras completas. Volumen XX. México. Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. 2007. 272 pp.

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