Si contentase a Dios perdonar los yerros de aquellos hombres de la vieja patria, la España lejana que, por gracia de su majestad y el descubrimiento de Indias, era acosada por la mucha necesidad y hambre de cristianos viejos e infieles, los hubiera mandado a las nuevas tierras donde hallaran el contento de la holgura y no sufriesen por el dolor de la ausencia de esposas, padres e hijos que quedaban allá en el terruño, ajenos a la suerte de soldados, artesanos y religiosos que mudaron el calor del hogar por chácaras de coca, maizales e indios en encomienda.
En un fondo documental privado de Sevilla fueron encontradas, en 1988, 650 cartas íntimas que ilustran los proyectos y visiones que los emigrantes españoles de tercera y cuarta generación tenían acerca de su futuro en América; las epístolas reunidas por Enrique Otte en Las cartas privadas de emigrantes a Indias, a diferencia de otras colecciones hechas por Justo Zaragoza, Francisco del Paso y Raúl Porras Barrenechea, permiten conocer los rasgos de carácter, pasiones y debilidades de españoles humildes que decidieron cruzar el Atlántico para trascender la miseria que sus abuelos y padres les habían dejado por hacienda.
Estos documentos, escritos entre 1540 y 1616, son analizados ─podría decirse que también prologados─ por el doctor honoris causa José Luis Martínez en El mundo privado de los emigrantes en Indias, libro donde el fundador de la cátedra Alfonso Reyes de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, se da a la tarea de explorar y contextualizar diferentes tópicos que van desde la política española en el siglo XVI hasta las peculiaridades estilísticas de las decenas de hombres y mujeres, a la par melancólicos y jactanciosos, que reclamaban a su familia unirse a ellos para forjar una nueva existencia al otro lado del mar.
Bibliografía:
Martínez, José Luis. El mundo privado de los emigrantes en Indias. Segunda edición, México, Fondo de Cultura Económica, 2007,98 pp.
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